La digitalización judicial debería ser una prioridad en la evolución de los sistemas judiciales actuales. Su implementación en nuestros Tribunales ha pasado por diferentes fases desde el estado de alarma decretado en 2020, y los procesos han mejorado en eficiencia, accesibilidad y transparencia.
Evolución de la digitalización judicial
Durante la vigencia del estado de alarma, se paralizaron todos los plazos procesales, pero los actos urgentes se realizaron, preferentemente, por medios telemáticos. De forma acelerada, se implementaron los medios técnicos necesarios en la mayoría de Juzgados, Tribunales y Fiscalías, así como en los despachos de abogados. Hasta algunos meses después del levantamiento de la suspensión, los actos de juicio, comparecencias, declaraciones, vistas y, en general, todos los actos procesales, se llevaron a cabo telemáticamente.
Una vez superada la crisis sanitaria y levantadas las restricciones, la digitalización judicial ha ido ganando fuerza. Aun así, aunque las herramientas digitales han supuesto una serie de cambios en la justicia, muchos actos han vuelto a ser presenciales.
Implementación de vistas telemáticas
Los juicios presenciales, una vez levantadas las restricciones, han vuelto a su forma habitual, con el objetivo de devolver a los jueces un elemento clave: la inmediatez, el cara a cara con las personas que declaran en juicio, lo cual es fundamental para valorar sus declaraciones en función de su apreciación personal. Esto forma parte de la independencia judicial y del juicio de valor para dictar resoluciones.
No obstante, la participación telemática de testigos y peritos en vistas ha ido en aumento y se ha convertido en una opción habitual hoy en día, para optimizar el tiempo que aún se pierde en las esperas en los Tribunales antes de iniciar ciertos trámites. También la participación telemática de los abogados permite que puedan defender los derechos de sus clientes en más de un juicio el mismo día, cuando estos se celebran en diferentes partidos judiciales, algo que presencialmente sería imposible.
Digitalización en los expedientes judiciales
Aquí sí hemos avanzado mucho, ya que el proceso de digitalización de los expedientes judiciales se ha consolidado. La consulta y obtención de copias de los expedientes durante interminables jornadas en los juzgados de las localidades donde un abogado lleva los asuntos de sus clientes, ya no es necesaria.
Todos los expedientes judiciales se gestionan de manera electrónica, por lo que se han eliminado las manipulaciones físicas de documentos, la consulta se realiza mediante claves personales y la presentación de escritos y documentos es siempre electrónica. Por tanto, las plataformas digitales para la tramitación de casos permiten acceder a los expedientes y recibir notificaciones judiciales de forma más rápida y cómoda.
Los beneficios de la digitalización judicial
La digitalización judicial debe conseguir mejorar la eficiencia de los procesos judiciales y aportar ventajas clave para transformar la Administración de Justicia.
Reducción de plazos y agilización de procesos
La digitalización judicial ha permitido acelerar los tiempos de respuesta, lo cual debería ayudar a reducir el colapso judicial existente por la sobrecarga de expedientes.
Ahorro de costes
La gestión electrónica de los procedimientos judiciales reduce los costes operativos asociados a desplazamientos y la necesidad de intervenciones presenciales. Esto supone un ahorro directo para las partes y sus abogados.
Mayor transparencia y seguridad
Los sistemas digitales permiten una mayor trazabilidad y seguridad de los actos judiciales. Cada paso del proceso se registra automáticamente, evitando errores humanos y mejorando la integridad del proceso judicial. Además, la seguridad de los sistemas digitales permite proteger datos confidenciales y evitar filtraciones.
Acceso a la justicia
La presentación de demandas y escritos, la recepción de notificaciones y la consulta de expedientes judiciales de forma remota mejora el acceso a la justicia desde cualquier lugar. Facilita el teletrabajo, la conciliación familiar y la presentación urgente incluso en caso de enfermedad, sin necesidad de desplazarse a los tribunales.
Plan de Justicia 2030
El Plan de Justicia 2030 es un plan de trabajo impulsado por la Administración de Justicia, con el objetivo de mejorarla y hacerla más accesible a la ciudadanía.
Accesibilidad
El objetivo está orientado a acercar la justicia a los ciudadanos españoles, ofreciendo un acceso universal a la misma, con un lenguaje accesible para todos. Además, se compromete a ofrecer una educación legal básica a los españoles.
Este objetivo no solo está dirigido a los ciudadanos, sino que también incluye mejoras para los profesionales de la justicia, ofreciendo acceso y desarrollo profesional, formación, igualdad y conciliación familiar.
Las nuevas realidades a las que nos enfrentamos día a día tendrán cabida en este nuevo plan, ya que los grupos vulnerables tendrán un acceso más fácil y estarán más protegidos en caso de denuncia.
Eficiencia
Otro de los pilares fundamentales de este plan de reforma es que la eficiencia se mida en la reducción de tiempos de espera y el aumento de la satisfacción ciudadana. Con este objetivo se busca eficiencia organizativa, procesal y digital, mediante nuevas leyes y oficinas más cercanas a los intereses del pueblo. Este objetivo también pretende descentralizar el trabajo y ofrecer más empleos telemáticos.
Sostenibilidad
La transición ecológica y el cuidado del medio ambiente es responsabilidad de todos. Por ello, se impondrán nuevos métodos de registro civil y atención ciudadana, implementando notificaciones y trámites electrónicos que garanticen un sistema de calidad tanto digital como ecológico.
Desde ADVALOREM, te ofrecemos la posibilidad de celebrar visitas de forma telemática. Esto nos permite prestar un servicio más ágil en trámites breves como las audiencias previas a juicio y actos en los que no deben intervenir testigos o peritos.